Jenny Ottenhoff, directora principal de políticas del movimiento ONE, aseguro que los países ricos como Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Australia y Canadá, han acumulado más de mil millones de vacunas contra covid-19 qué sobrepasan el total de su población conjunta.
El movimiento, que hace campaña contra la pobreza y las enfermedades evitables, dijo que no hacerlo negaría a miles de millones de personas la protección esencial contra el virus causante del Covid-19 y probablemente prolongaría la pandemia con mayor número de muertos.
El informe examinó específicamente los contratos con los cinco principales fabricantes de vacunas contra el Covid-19: Pfizer-BioNTech, Moderna, Oxford-AstraZeneca, Johnson&Johnson y Novavax.
Revelaron que hasta la fecha, Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Australia, Canadá y Japón han conseguido más de 3 mil millones de vacunas, una cifra que supera en mil millones de dosis las 2 mil 060 millones necesarias para administrar dos dosis a toda su población conjunta.
Esto deja a los países de medianos y bajos ingresos sin protección, lo que prolonga la pandemia, la crisis económica y sanitaria, y trae consigo mayor sufrimiento y muertes a nivel mundial.
El análisis reveló que, junto con otros suministros de vacunas adquiridos por el plan mundial COVAX y en acuerdos bilaterales, una redistribución del exceso de dosis en poder de los países ricos contribuiría en gran medida a proteger a las personas vulnerables de las naciones más pobres.
Esto reduciría significativamente el riesgo de muertes por Covid-19, señalaron, además de limitar las posibilidades de que surjan nuevas variantes del virus y acelerar el fin de la pandemia.