Crisis de adicción al fentanilo en la frontera norte de México con los Estados Unidos, específicamente en Tijuana.
La adicción a drogas adulteradas con fentanilo ha escalado a una crisis de salud pública en Tijuana.
Colonias marginadas se han convertido en refugios de rehabilitación, como “El Castillo”, donde internos comparten sus duras historias de lucha contra esta devastadora sustancia.
Historias de lucha y secuelas
Luis Enrique, “Titi”, lucha contra graves secuelas del fentanilo. Su voz, distorsionada por el consumo, revela el impacto devastador de la droga.
Carlitos, otro interno, admite su adicción al cristal y duda de su recuperación, confirmando su constante deseo de consumir.
El inicio del consumo y la aceptación
Francisco Gutiérrez, “Zeta”, relata su inicio temprano en las drogas, buscando aceptación.
Trabajó 20 años en la frontera, pero la heroína lo dominó, llevándolo a la desesperación y a buscar ayuda. “Usar drogas es una locura”, afirma.
La letalidad del fentanilo y las advertencias
El “Zeta” advierte sobre la letalidad del fentanilo, que acelera la muerte de los adictos.
“Algunos no llegan ni al año”, sentencia. Un traficante anónimo confirma la presencia de fentanilo en las drogas, priorizando sus ganancias sobre la vida de sus clientes.
Pruebas y decomisos
Pruebas rápidas confirman la presencia de fentanilo en las drogas, sin identificar si es cristal o heroína.
El Gabinete de Seguridad reporta 1,500 detenidos y 22.7 toneladas de fentanilo decomisadas hasta el 17 de marzo de 2025.
Crisis de adicción al fentanilo en la frontera
La crisis no se limita a Tijuana. En Mexicali, activistas y organizaciones civiles también luchan contra esta emergencia, buscando frenar la propagación del fentanilo y sus devastadoras consecuencias.
Al ser una ciudad de cruce para los embarques de las drogas, muchas dosis terminan en el mercado local donde se ha incrementado el consumo.