En la ciudad de Los Ángeles hay más de 41.000 indigentes, según el último recuento realizado por la Autoridad de Servicios para las Personas sin Hogar de Los Ángeles, una autoridad independiente de poderes conjuntos creada por la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, y el alcalde y el Ayuntamiento de Los Ángeles.
Pueblos como Chandler pretenden reducir esa cifra colocando a los antiguos indigentes en comunidades protegidas y cercadas.
En Chandler, los gestores de casos pueden ofrecer a los residentes ayuda para cualquier cosa, desde el abuso de drogas y alcohol y los problemas de salud mental, hasta la navegación por las complejidades de las solicitudes de empleo, el seguro de salud y más.
“Tratamos con personas en el peor momento de sus vidas”, afirma Rowan Vansleve, presidente de Hope of the Valley, la organización sin ánimo de lucro que gestiona Chandler y otras aldeas de casas pequeñas en la zona de Los Ángeles.
Hope of the Valley dice que los residentes viven en las casas de forma gratuita y pueden quedarse mientras estén en un camino hacia la vivienda permanente, que los consejeros estiman que lleva de tres a seis meses.