En Cabada se atienden las necesidades prioritarias sin tantos reflectores. El alcalde Julio César García Machucho ha dado inicio a la Pavimentación de importantes vías de comunicación como el camino de El Zapotal con pavimento mixto, así como la Pavimentación en concreto hidráulico de las calles Independencia en la cabecera municipal y la calle Emiliano Zapata en la localidad de Tula. Ambas de importancia urgente pues se están resolviendo problemas heredados de pasadas administraciones a los cuales el munícipe Julio García no busca eludir.
Se embelleció la entrada al bulevar Francisco J. Moreno de Cabada cómo nunca en su historia. Vaya, ni cuando Fidel Herrera vino a inaugurarlo en la pasada administración de Arturo Herviz dónde dejaron inconclusas las banquetas y jamás habilitaron las jardineras.
Julio García, se ha impuesto el reto de hacer la diferencia con obras y acciones de alto impacto, no solamente lo que sale bien y bonito en la foto.
Al día de hoy ya se cuentan con decenas de familias beneficiadas con los programas sociales impulsados por su administración como los pisos firmes, los tinacos para captación de agua, la gestión de láminas y alambre de púas con subsidio.
La gestión de obras importantes es otra de las aristas de este nuevo gobierno, que acude con las instancias de gobierno de los 2 niveles superiores en beneficio de los cabadenses.
En otra latitud, específicamente en Santiago Tuxtla, la feria en honor a Santiago Apóstol se caracterizó por estar bien organizada y contar con un inmejorable elenco artístico.
Uno de los aciertos de la alcaldesa Brianda Hernández Topete fue el concierto gratuito de Raúl Ornelas, que iluminó la explanada del parque central y fue un regalo al público culto y conocedor de la colonial Santiago Tuxtla.
Por último, en Lerdo de Tejada se llevó a cabo otro festival de la nieve de coco. Tras largos señalamientos de fraude en el proceso de selección de la corte, la coronación transcurrió sin mayores aspavientos.
La fiesta de los lerdenses fue llevada a cabo por vez primera hace 15 años con el tradicional desfile de neveros y la degustación de cientos de litros de nieve de coco.
Hasta el día de hoy nadie ha sabido explotar y hacer trascender este festival con la inclusión del mismo en el libro de los Récord Guinness, tal como lo hizo Alvarado con su arroz a la tumbada.
Hasta el próximo número.
Por Erasmo Fernández Román
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