Dede el 4 de febrero existe un riesgo latente en la ciudad estadounidense de East Palestine, donde un tren descarriló derramando una sustancia tóxica.
Se trata de cerca de 400 mil litros de cloruro de vinilo, el cuál es precursor del antiadherente Teflón de la empresa DuPont, ampliamente señalado cómo cancerígeno.
Este daño ambiental ya ha sido denunciado por ambientalistas que han subido imágenes a las redes sociales de peces y animales muertos en un área de 15 km a la redonda.
El silencio de los medios de comunicación estadounidenses es muy alertador, y aquellos reporteros que han tratado el tema como de extremo peligro son arrestados por incitar a la revuelta civil.
No obstante, el gobierno federal en conjunto con el gobernador Mike Dewine, decidieron quemar los residuos tóxicos del derrame, lo que han comparado con un desastre ambiental del nivel de Chernobyl.
Durante las primeras horas del derrame, se evacuaron Miles de personas del área afectada, que posteriormente han sido invitadas a regresar por las autoridades locales.
Finalmente, los estragos del manejo de esta situación fuera de control podrían evidenciarse en un futuro no muy lejano con casos evidentes de cáncer de hígado, pulmón y leucemia.