Delegado del PAN CDMX, identificado como vándalo homicida de policías en marcha GEN Z está recluido en prisión.
Se trata de Alberto González Mancilla, identificado como delegado regional del Consejo Nacional del PAN en Cuauhtémoc.

Las autoridades lo mantienen detenido tras participar en actos violentos durante la marcha de la Generación Z.
El militante panista forma parte del equipo del diputado Andrés Atayde en el Congreso de la Ciudad de México, lo que intensificó la polémica política nacional.
Videos difundidos en redes sociales muestran a González Mancilla golpeando policías capitalinos y saltando vallas en el Zócalo con intención de llegar a Palacio Nacional.
La Fiscalía capitalina informó que tras las protestas se detuvo a 29 personas en flagrancia, abriendo 19 carpetas de investigación por tentativa de homicidio y lesiones.
También se investigan delitos de robo, daño a la propiedad y resistencia de particulares, lo que coloca a los implicados en un escenario judicial de alta gravedad.
Morena exhibe otro promotor de marcha violenta Gen Z
Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, exhibió un contrato del PAN con Edson Andrade, otro participante en la movilización, por más de dos millones.

El documento revelado indica que Andrade fue contratado en febrero de 2025 para manejar redes sociales, con pagos mensuales superiores a 175 mil pesos.
La revelación generó controversia, pues Andrade se había presentado públicamente como apartidista, cuestionando la transparencia y coherencia del discurso opositor frente a la ciudadanía mexicana.
Alcalde señaló en redes sociales que la oposición había advertido sobre recurrir a la violencia, vinculando directamente los hechos con la estrategia política del PAN.
La marcha de la Generación Z, inicialmente convocada como protesta juvenil, terminó marcada por enfrentamientos, detenciones y acusaciones que impactan directamente en el panorama político nacional.
El caso de González Mancilla y Andrade refuerza la narrativa oficialista sobre vínculos entre oposición y violencia, generando un debate público sobre ética y responsabilidad política.
La situación abre un nuevo capítulo en la confrontación entre Morena y PAN, con repercusiones mediáticas, judiciales y electorales que podrían definir el rumbo político inmediato.