La polémica se desató en torno a Elon Musk, ya que su empresa de biotecnología Neuralink implantó un chip en el cerebro de un mono para controlar “atrapar” sus pensamientos y, de esta forma, manipule programas de computadora.
La compañía de su propiedad conectó un artefacto inalámbrico al cráneo del animal, lo que le permite jugar videojuegos con su mente. Según Musk, el animal “no está incómodo”.
El empresario dueño de Tesla Motors indicó que el animal está en instalaciones muy cómodas y no sufrió daño alguno, además que este estudio ayudará a los humanos a controlar interfaces cerebro-dispositivos sin cables.
Anteriormente Neuralink probó con éxito en cerdos un chip que, también implantado en el cráneo, permitía medir la actividad cerebral de los animales.
El empresario sudafricano indicó que entre las capacidades potenciales de la tecnología que investiga Neuralink, está la de manejar un automóvil Tesla con el pensamiento, también guardar y reproducir recuerdos o hacer caminar de nuevo a personas con daños severos en la médula espinal.
Finalizó sentenciando que esta tecnología solo será usada de manera inicial en pacientes con daño cerebral severo que les permita recuperar parte de sus capacidades de manera remota.