Descubren nexos de la DEA con Cártel Jalisco para lavado de dinero en una investigación interna de la agencia antidrogas.

El exagente de la DEA, Paul Campo, de 61 años, enfrenta acusaciones en Nueva York por conspirar para blanquear dinero que creía provenía del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Campo trabajó durante 25 años en la DEA, llegando a ser subdirector de operaciones financieras. Junto a su socio Robert Sensi, de 75 años, lavaron 750 mil dólares.
Los acusados acordaron ampliar el blanqueo hasta 12 millones de dólares, utilizando métodos como criptomonedas, bienes raíces, tarjetas prepago y contrabando de efectivo entre Estados Unidos y México.
Las reuniones clave ocurrieron en marzo, primero en Nueva York y luego en Florida. Allí, Campo detalló estrategias de lavado al supuesto miembro del CJNG, realmente informante.
La acusación señala que Campo y Sensi también ofrecieron conseguir armas y equipos militares, incluyendo rifles AR-15, M16, carabinas M4, drones y lanzagranadas.

El Departamento de Justicia informó que ambos enfrentan cargos de conspiración para cometer narcoterrorismo, distribuir narcóticos, proporcionar apoyo material a organización terrorista y lavado de dinero.
El fiscal federal Jay Clayton declaró que Campo traicionó la misión de la DEA, al intentar apoyar a uno de los cárteles más violentos de México.
El administrador de la DEA, Terrance C. Cole, subrayó que la conducta de Campo ocurrió tras su retiro en 2016, pero socava la confianza pública en la institución.
La investigación reveló que nunca tuvieron contacto con miembros reales del CJNG. El dinero provenía de un informante encubierto de la DEA, pieza clave en la operación.
Este caso expone la gravedad del narcoterrorismo y el alcance del CJNG, designado organización terrorista extranjera por Estados Unidos, lo que agrava las imputaciones contra los acusados.