Nueva Suprema Corte destruye corrupta jurisprudencia de Norma Piña. El ministro Hugo Aguilar, deroga “triquiñuela” formalista.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) inició una nueva etapa bajo la presidencia del ministro Hugo Aguilar Ortiz, con cambios sustanciales en su enfoque jurídico.
En su primera sesión pública, Aguilar propuso abandonar una jurisprudencia formalista que permitía validar reformas legales con simples cambios gramaticales.
La jurisprudencia anterior, vigente durante la presidencia de Norma Piña, consideraba suficiente modificar una coma o palabra para legitimar una nueva ley.
Aguilar argumentó que este criterio facilitaba que legisladores evadieran el control constitucional, afectando derechos humanos y principios democráticos.
Con ocho votos a favor y uno en contra, el Pleno de la Corte aprobó la propuesta, marcando un giro hacia una interpretación más sustantiva.
Ahora, cada reforma será analizada caso por caso, evaluando si busca un cambio real o si intenta burlar la revisión constitucional.
Este cambio fortalece el papel de la Corte como garante de los derechos humanos y la legalidad en México.
Durante la sesión, Aguilar abrió con un mensaje en lengua mixteca, reafirmando el compromiso con la diversidad cultural y la inclusión.
La nueva integración de la Corte también invalidó artículos de la Ley de Salud Mental de Chihuahua por falta de consulta a personas con discapacidad.
Ministros como Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz destacaron la necesidad de una justicia más humana, sensible y cercana a la ciudadanía.
La presencia de público en el Pleno, ausente desde 2019, simboliza la apertura del Poder Judicial en esta nueva etapa.
Aguilar ha prometido sanear el Poder Judicial, erradicar privilegios y acercar la justicia a los sectores históricamente excluidos.
Este giro institucional representa un parteaguas en la historia de la SCJN, con implicaciones profundas para el sistema legal mexicano.