Trump es señalado de violar niñas por nexo con Epstein y las redes sociales se llenan de fotos del presidente estadounidense con menores de edad.
Elon Musk acusó públicamente a Donald Trump de aparecer en los archivos secretos del caso Epstein, desatando una tormenta política sin precedentes en Estados Unidos.
Desde su red social X, Musk escribió: “Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. ¡Que tengas un buen día, DJT!”.
La publicación provocó millones de reacciones y reavivó el debate sobre la transparencia del gobierno estadounidense en torno al escándalo de tráfico sexual de menores.
Trump respondió desde Truth Social, calificando a Epstein como “ese tipo que nunca muere” y pidió a sus seguidores ignorar el caso por completo.
El Departamento de Justicia confirmó que no divulgará más documentos, alegando falta de pruebas sobre una supuesta “lista de clientes” vinculada a Epstein.
Pam Bondi, fiscal general, había prometido revelar dicha lista, pero ahora enfrenta críticas por retractarse y por proteger intereses políticos.
Ted Lieu, congresista demócrata, instó a los medios a investigar los vínculos de Trump con Epstein, calificándolos como “altamente perturbadores”.
Los registros de vuelo muestran que Trump viajó en el avión de Epstein al menos siete veces, acompañado por familiares y otros invitados.
Aunque no hay pruebas de conducta criminal, las imágenes y testimonios lo vinculan con fiestas privadas en Mar-a-Lago y Palm Beach.
La disputa entre Musk y Trump escaló tras el rechazo del magnate al plan fiscal “Big Beautiful Bill”, que considera una amenaza económica.
Musk abandonó su cargo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental, acusando a Trump de sabotear su trabajo y de encubrir el caso Epstein.
La base MAGA se fractura: figuras como Tucker Carlson y Steve Bannon exigen una fiscalía especial para investigar los archivos ocultos.
El FBI y el DOJ insisten en que Epstein se suicidó y que no hay evidencia de chantaje ni videos incriminatorios.
Sin embargo, la presión mediática crece y los seguidores de Trump exigen respuestas claras sobre su relación con el financiero caído en desgracia.
La geopolítica se tensa: líderes internacionales observan cómo el escándalo podría debilitar la credibilidad del presidente estadounidense.
El caso Epstein, lejos de cerrarse, se convierte en una bomba de tiempo que amenaza con reconfigurar el poder en Washington.