Ni un solo caso de los 100 millones de infectados de covid-19 fue por tocar superficies

Después de más de cien millones de contagios de SARS-COV2, no se ha podido probar que alguien se infectó tras tocar una superficie contaminada. “Tras un año de pandemia, las pruebas ahora son claras, así lo declara la OMS.

El coronavirus SARS-CoV-2 se transmite predominantemente a través del aire, por personas que hablan y exhalan gotas grandes y pequeñas partículas llamadas aerosoles”, sentenciaba un editorial la revista Nature.

Algunas autoridades insistan en la desinfección permanente de superficies: “El resultado es un mensaje público confuso cuando se necesita una guía clara sobre cómo priorizar los esfuerzos para prevenir la propagación del virus”.

Eso no quiere decir que dejemos de lavarnos las manos y usar gel en las tiendas, porque el contacto directo es una vía posible de contagio. No es necesario concentrar esfuerzos en desinfectar cartones de leche o paredes de edificios que nadie va a tocar.

De igual forma la desinfección de calzado con cloro y otros productos desinfectantes no representan una barrera muy efectiva para prevenir los contagios por SARS-COV2.

La enormes cantidades de recursos qué se gastan en compra de desinfectantes y equipos nebulizadores son solo un circo pandémico que ofrece una falsa sensación de seguridad.

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