Covid-19 prolongado provoca daños similares al Parkinson

Covid-19 prolongado provoca daños similares al Parkinson y accidentes cerebrovasculares, revela un reciente estudio australiano.

Un nuevo estudio de la Universidad de Deakin, Australia, confirma que el covid-19 prolongado genera secuelas comparables al Parkinson y a accidentes cerebrovasculares.

La investigación, publicada en el Australian Journal of Primary Health, analizó a 121 adultos entre 36 y 50 años diagnosticados entre 2020 y 2022.

Los participantes reportaron síntomas persistentes como fatiga extrema, confusión mental, mareos, palpitaciones y dificultad para respirar, incluso meses después de superar la infección inicial.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el covid prolongado se define como síntomas que persisten tres meses tras la infección y duran al menos dos meses.

El estudio utilizó la Escala de Evaluación de Discapacidad de la OMS y la Encuesta de Salud de Formulario Abreviado para medir funcionalidad y calidad de vida.

Los resultados revelan que el 86 % de los pacientes presentó niveles de discapacidad severa, frente al 9 % de la población general australiana.

En promedio, los afectados tuvieron dificultades para realizar actividades diarias durante 27 días y no pudieron desenvolverse normalmente durante 18 días.

Socializar se volvió especialmente difícil para muchos, debido a la falta de energía y concentración, afectando su vida personal y laboral.

Los investigadores advierten que el covid prolongado puede tener un impacto funcional similar al de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.

Además, se identificó un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares, problemas cognitivos, depresión y ansiedad entre los afectados.

Las mujeres, adultos mayores, fumadores, personas con sobrepeso y enfermedades crónicas son más vulnerables a desarrollar esta condición.

Los científicos recomiendan implementar servicios de rehabilitación especializados y continuar investigando para comprender mejor esta afección emergente.

Este hallazgo subraya la necesidad de políticas públicas que atiendan las secuelas del covid-19 más allá de la fase aguda.

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