Aumenta tráfico sexual de mujeres y niños en México por las mafias que operan en todo el país, especialmente en centros turísticos.
El tráfico humano en México representa una forma moderna de esclavitud que afecta principalmente a mujeres, niñas y niños, según la ONU y Amnistía Internacional.

Las mafias utilizan engaños, redes sociales, falsas ofertas de empleo y videojuegos en línea como Free Fire y Call of Duty para captar víctimas vulnerables.
En 2024, Quintana Roo, Ciudad de México y Chihuahua lideran los casos de trata infantil, con más de 80 víctimas registradas entre enero y junio.
La ciudad de Tenancingo, Tlaxcala, se considera epicentro del tráfico sexual, con estimaciones de hasta mil tratantes entre sus 10,000 habitantes.
Los tratantes operan en hoteles, bares y clubes nocturnos, como el distrito rojo de Tijuana, donde niñas se prostituyen por clanes familiares y redes criminales.
El Consejo Ciudadano reportó que el 60% de las víctimas adolescentes sufren amenazas con publicar fotos íntimas en redes sociales para forzarlas a prostituirse.
UNICEF advierte que el 60% de los niños migrantes que cruzan México son víctimas de trata, usados para explotación sexual o tráfico de órganos.
La Ley General para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas establece penas de hasta 60 años de prisión, pero la cifra negra sigue siendo alarmante.

Organizaciones como “No más cuartos vacíos” en Tijuana denuncian que muchas víctimas sufren explotación por sus propias familias o entornos cercanos.
La Comisión Intersecretarial y UNODC México trabajan en estrategias de prevención, pero la falta de políticas públicas integrales limita su impacto.
Expertos como Teresa Ulloa, de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas, advierten retrocesos legales que debilitan la protección a las víctimas.
La trata sexual infantil se concentra en zonas turísticas como Cancún, Acapulco y Tijuana, donde el turismo sexual infantil sigue en aumento.