Antigua Nave Soviética en Ruta de Colisión con la Tierra: ¿Peligro Inminente? La probabilidad es de 1 en 25 mil de que impacte zonas pobladas.
Un fragmento de una misión soviética fallida a Venus, lanzada hace más de medio siglo, se precipita hacia nuestro planeta. El objeto, catalogado como Cosmos 482 (o Kosmos 482), genera incertidumbre entre los expertos. Su reentrada atmosférica se estima alrededor del 10 de mayo.
La forma y dimensiones exactas de este desecho espacial son desconocidas. La imprevisibilidad del clima espacial añade una capa de incertidumbre a las predicciones. No se sabe con certeza qué parte del vehículo espacial regresará a la Tierra.
Investigadores sospechan que se trata de la cápsula de entrada. Esta fue diseñada para resistir las extremas condiciones de Venus. Su atmósfera es 90 veces más densa que la terrestre. Esta robustez podría permitirle sobrevivir a su viaje de regreso.
Existe un riesgo, aunque pequeño, para la población terrestre. Habitualmente, basura espacial y meteoritos impactan nuestro planeta. La mayoría se desintegra al entrar en la atmósfera. La fricción y la presión a miles de kilómetros por hora los destruyen.
Sin embargo, Cosmos 482 podría ser diferente. Si se trata de la cápsula de reentrada soviética, posee un escudo térmico considerable. El Dr. Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, advierte sobre su posible supervivencia.

“Bien podría sobrevivir a la entrada en la atmósfera terrestre e impactar contra el suelo”, afirmó McDowell en su sitio web. A pesar del riesgo, McDowell tranquiliza: “No hay motivo de gran preocupación”. Aunque nadie querría ser golpeado.
La probabilidad de daños mortales por Cosmos 482 se estima en 1 entre 25,000
Estos cálculos son de The Aerospace Corporation, según Sorge. Este riesgo es significativamente menor que el de otros desechos espaciales.
Cada año, partes de cohetes fuera de servicio reingresan a la atmósfera. Muchos de ellos conllevan mayores probabilidades de catástrofe.
Si Cosmos 482 impacta la Tierra, lo haría entre los 52 grados de latitud norte y sur.
Esta zona abarca vastos territorios. Incluye África, Sudamérica, Australia, Estados Unidos, partes de Canadá, Europa y Asia.
Langbroek explicó que, dado que el 70% del planeta es agua, lo más probable es que termine en el océano.
“Sí, existe un riesgo, pero es pequeño”, enfatizó Langbroek. “El riesgo de ser alcanzado por un rayo una vez en la vida es mayor”. La seguridad es primordial ante este evento.

Sorge subraya la importancia de no tocar los posibles fragmentos. La antigua nave espacial podría contener combustibles peligrosos. Representa otros riesgos para personas y propiedades. “Contacten a las autoridades”, insistió Sorge. “Por favor, no se metan con ella”.
Parker Wishik, de Aerospace Corporation, recordó el Tratado del Espacio Exterior de 1967. Rusia mantendría la propiedad de los restos. Podrían intentar recuperarlos tras el impacto.
Este evento subraya la importancia de la mitigación de desechos espaciales. La comunidad global busca reducir los reingresos no controlados. “Lo que sube, baja”, concluyó Wishik. “Esto demuestra la importancia de mantener ese diálogo”.