Rusia tiene listo el ejército para el encuentro Trump-Putin

Rusia tiene listo el ejército para el encuentro Trump-Putin. Ambos se reunirán en Alaska para negociar el fin de la guerra en Ucrania.

Donald Trump y Vladímir Putin sostendrán una reunión clave en Alaska en menos de 20 horas para discutir una posible salida diplomática al conflicto en Ucrania.

El encuentro se realizará en la base militar Elmendorf-Richardson, en Anchorage, bajo estrictas medidas de seguridad coordinadas entre agencias estadounidenses y el Kremlin.

Putin viajará acompañado por altos funcionarios como Serguéi Lavrov, Antón Siluánov y Andréi Belúsov, quienes participarán en las negociaciones sobre economía, defensa y reconstrucción.

El Kremlin desplegará un operativo especial con francotiradores, inhibidores de señal y bloqueo aéreo para proteger a Putin en territorio estadounidense.

El Servicio Federal de Protección (FSO) y la Guardia Nacional rusa, dirigida por Viktor Zolotov, supervisarán cada movimiento del presidente ruso durante su estancia.

Putin evitará consumir alimentos locales; su equipo transportará agua, bebidas y comida controlada para prevenir cualquier intento de envenenamiento.

Aunque Estados Unidos no reconoce la Corte Penal Internacional (CPI), la orden de arresto contra Putin por crímenes de guerra sigue vigente.

El Kremlin advirtió que cualquier intento de detener a Putin se considerará una agresión y provocaría una respuesta militar inmediata.

Unidades especiales del ejército ruso están en alerta para evacuar al mandatario si se activa la orden de captura durante el encuentro.

Trump afirmó que buscará un alto al fuego inmediato, pero no detalló qué concesiones estaría dispuesto a ofrecer para lograrlo.

Volodímir Zelenski no fue invitado a esta primera reunión, lo que genera críticas desde Kiev y preocupación en Europa.

Putin insiste en que Crimea, Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón son parte de Rusia y no se negociarán bajo ninguna circunstancia.

La comunidad internacional observa con cautela, mientras analistas advierten que el encuentro podría redefinir el equilibrio geopolítico global.