Nuevas revelaciones en el caso que investiga las presuntas comisiones ilegales recibidas por el rey emérito de España. Juan Carlos I supuestamente dio orden de crear una estructura en Suiza para albergar fuera del alcance del fisco español hasta 100 millones de dólares procedentes de una donación del rey de Arabia Saudí.
Según una información a la que ha tenido acceso el diario digital El Español, el abogado suizo Dante Canónica ha declarado ante el fiscal de Ginebra Yves Bertossa que Juan Carlos de Borbón le encargó en 2008 la ocultación en el país helvético de una “importante donación”.
La supuesta donación, que según todos los indicios asciende a 100 millones de dólares, podría ser el producto de una comisión por la construcción de la línea del tren de alta velocidad que une Medina y La Mecca en Arabia Saudí, cuyo rey giró. El dinero fue depositado en el banco Mirabaud a través de la fundación Lucum, con sede en Panamá. El encargo se efectuó en el Palacio de la Zarzuela y fue también atendido por Arturo Fasana, gestor personal de la fortuna de Juan Carlos.
El abogado Dante Canónica trabaja en Rhone Gestion, la sociedad de gestión de fortunas de Fasana, una especie de gestoría de altos vuelos y con clientes muy influyentes. Su comparecencia ante el fiscal Bertossa acaeció en Ginebra el 24 de agosto de 2018. El nombre de Rhone Gestion salió a la luz hace algunos años, pues figuró en dos grandes escándalos de corrupción en España, los casos Gürtel y Pujol.
El actual rey emérito fue disponiendo de ese capital y gastándolo hasta que en abril de 2012 sufrió un accidente cazando elefantes en Botswana en compañía de una amiga, la alemana Corinna Larsen. Como resultado, Juan Carlos de Borbón se rompió una cadera y tuvo que ser trasladado de urgencia a España.
Transcurridos dos meses y luego de sufrir dos intervenciones quirúrgicas, la cuenta del banco Mirabaud se cerró y el dinero restante (64,8 millones de dólares fue transferido a una cuenta personal de Corinna en un banco de Bahamas).
“Quería deshacerse de ese dinero porque tenía miedo de que se supiera”, ha asegurado Dante Canónica ante el fiscal.
El motivo que ha dado pie a esta investigación es el origen del dinero, que el fiscal Bertossa sospecha que no es fruto de una donación del rey de Arabia Saudí [Abdalá bin Abdulaziz al-Saúd, fallecido en 2015], como afirmó Juan Carlos, sino el cobro de una comisión abonada por el grupo de empresas españolas que resultaron favorecidas en la adjudicación del contrato del tren de alta velocidad para el país árabe. La propia concesión de las obras no se materializó hasta 2011, pero la licitación del proyecto, de 6.736 millones de euros, tuvo lugar en 2006.
Larsen confesó al fiscal Bertossa que Juan Carlos de Borbón le envió en 2012 los 64,8 millones de dólares “por gratitud y por amor”, “no para deshacerse del dinero”, sino para asegurar su futuro y el de sus hijos.
or su parte, Dante Canónica esgrime dos razones por las que los fondos fueron transferidos a la amiga alemana de Juan Carlos, tras decidir este cerrar la cuenta de la Fundación Lucum. “No se sentía cómodo con la cuenta en un banco suizo”, declaró al fiscal. “Además, en la medida en que el intercambio automático de información [de tipo bancario, entre Suiza y los países de la UE] se estaba discutiendo e iba a tener lugar a medio plazo, la presencia de esta cuenta en Ginebra era una bomba de relojería”. Y aún hay más. Un directivo de Mirabaud, Antonio Palma, al parecer advirtió que la cuenta del monarca emérito representaba un riesgo para la reputación del banco, y aconsejó cerrarla.
Se da la circunstancia de que el actual rey de España, Felipe VI, figuraba como beneficiario en la cuenta de la Fundación Lucum en el banco Mirabaud, donde se depositaron los 100 millones de dólares.
El pasado 15 de marzo, con toda España en estado de conmoción mientras se cumplía el primer día de confinamiento decretado por el Gobierno durante el estado de alarma, Felipe VI hizo una aparición televisiva y comunicó oficialmente su renuncia a esta herencia. En su comunicado, el monarca español aseguró haberse enterado de su condición de beneficiario el 5 de marzo de 2019 mediante una carta de los abogados de Corinna Larsen (el despacho británico Kobre&Kim).
En el momento actual, el fiscal Yves Bertossa mantiene abierta su investigación sobre Corinna Larsen, el gestor Arturo Fasana y el abogado Dante Canónica bajo fundadas sospechas de haberse cometido un delito de blanqueo agravado de capitales, penado con hasta cinco años de cárcel.
El abogado Dante Canónica también ha relatado al fiscal cómo Juan Carlos I le procuró el contacto del embajador saudí en EEUU, Adel Al-Jubeir, para que este mediara en la transferencia del dinero.
En sus reuniones en Washington, Canónica habría obtenido confirmación de que la cantidad a transferir no era nada más que un regalo de varios millones. “Se habló de una horquilla entre 20 y 100 millones”. Finalmente fueron 100 y, según este abogado, Juan Carlos de Borbón quedó atónito al saber la cantidad que se había pagado. “Pronunció una frase como ‘¡Oh Dios mío! Han sido muy generosos'”. En sus declaraciones al fiscal, Canónica cuenta que Juan Carlos no sintió ninguna incomodidad”. “No es el tipo de hombre que se siente incómodo”, explicó.
Acompañado de Arturo Fasana, Dante Canónica conoció personalmente al rey emérito en el Palacio de la Zarzuela entre finales de 2007 y principios de 2008. Canónica habría insistido en la imposibilidad de que tal estructura fuera opaca. Según este abogado, Fasana y él pidieron garantías de que el dinero no se tratara de una comisión o retrocomisión.
“Preguntó si existía la posibilidad de crear una estructura para recibir esta donación. Le respondí que era importante que supiéramos la cantidad y que también era importante crear una estructura totalmente transparente, es decir, que Juan Carlos I apareciera como beneficiario efectivo”.
En sus explicaciones al fiscal suizo, Canónica insistió en que el propio rey emérito firmó la orden de transferencia de los fondos a la cuenta Corinna Larsen en Bahamas.
El motivo fue evitar que “los herederos de Juan Carlos I me reprocharan algún día esta transferencia, por lo que otorgué un poder sobre la cuenta a favor de Juan Carlos I para que él mismo ordenara esta operación”. En principio el rey emérito no recibió ninguna otra donación más en la cuenta de la Fundación Lucum del rey de Arabia Saudí ni de ningún otro dirigente o monarca. Pero según la declaración de Arturo Fasana al fiscal, en tal cuenta figura un ingreso de 1,9 millones de dólares efectuado en abril de 2010 por el sultán de Bahrein.
Comprometidos con brindar mejores condiciones de vida y lograr el #BienestarParaTodos los cabadenses, continuamos con…
Con el compromiso de mejorar las condiciones de vida de todos los habitantes de nuestro…
Visité la Escuela Primaria Lucio Gallardo Pavón para supervisar el avance en la construcción de…
Como simpatizantes del partido Morena de Ángel R. Cabada acudimos con entusiasmo a la asamblea…
Hoy tuve el privilegio de realizar un recorrido de supervisión en la instalación de paneles…
Sabemos que las palabras se las lleva el viento, pero los hechos se quedan y…
Esta web usa cookies.