Cocodrilos se llevan niño que cayó al río, autoridades buscan restos

Cocodrilos se llevan niño que cayó al río, autoridades buscan restos del menor proveniente de Guanajuato.

Una tragedia sacude a Guanajuato y Michoacán: el menor Andrés Alejandro Santana Hernández, de 14 años, cayó a un estero lleno de cocodrilos.

El incidente ocurrió el viernes 18 de julio en la comunidad Barra de Santa Ana, municipio de Lázaro Cárdenas, mientras vacacionaba con su familia.

El niño, originario de Cortazar, Guanajuato, es monaguillo en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y participaba activamente en su comunidad religiosa.

Durante una caminata turística, Andrés se recargó en una barandilla inestable del puente peatonal y perdió el equilibrio, cayendo al hábitat de cocodrilos.

Testigos relataron que un cocodrilo lo arrastró violentamente hacia aguas profundas, sin que sus familiares pudieran intervenir para rescatarlo.

Elementos de Protección Civil, Policía Municipal y Fiscalía estatal iniciaron un operativo de búsqueda en lancha por los canales del manglar.

Agentes lograron avistar a un cocodrilo alejándose con lo que parecía ser el cuerpo del menor, pero no pudieron recuperarlo.

Hasta la tarde del sábado 19 de julio, el cuerpo de Andrés Alejandro no se localiza, y las labores de rastreo continúan sin descanso.

La zona del accidente se considera santuario de cocodrilos, con señalizaciones de advertencia que no siempre son respetadas por los visitantes.

La Fiscalía General del Estado de Michoacán abrió una carpeta de investigación por posible negligencia en el mantenimiento del puente.

La tragedia ha generado conmoción en redes sociales y entre habitantes de Guanajuato y Michoacán, quienes exigen mayor seguridad en zonas turísticas.

La Diócesis de Celaya emitió un comunicado pidiendo oración por el eterno descanso del joven monaguillo y apoyo a su familia.

Autoridades ambientales reiteraron la importancia de extremar precauciones en hábitats silvestres, especialmente durante temporadas vacacionales.

Recomiendan evitar juegos en estructuras inestables y vigilar constantemente a menores en zonas de riesgo como manglares y esteros.

La historia de Andrés Alejandro evidencia la urgente necesidad de reforzar protocolos de seguridad en destinos naturales con fauna peligrosa.

Mientras continúa la búsqueda, la comunidad de Cortazar permanece en luto, esperando respuestas y justicia para el menor desaparecido.